Sevilla escogió el azul para el color de su
cielo... y con ese azul despertó la mañana del 18 de junio, en la Puerta de
Jerez, junto a la fuente de los niños meones fueron llegando de todas
direcciones una centuria de Palistas con coraza blanca, escudo de su César al pecho y armados con
guitarras, tambor, panderetas y triangulo, llegaron por calles San Fernando, Avenida de la Constitución,
jardines del Cristina y puente de San Telmo.
Tras los pertinentes saludos y foto oficial,
iniciamos la Segunda Ruta Palista con diez minutos de retraso cantando el himno de los Palistas "Añoranzas sevillanas", nos
esperaba la Casa la Moneda donde nació el último Trovador, tras el discurso de
bienvenida de José Antonio Palacios (sobrino del Pali)
y unas sentidas palabras de Manuel González “Molina”
pasamos por la Torre de
la Plata, en Tomás de Ibarra ofrenda floral al azulejo del Pali y merecido
reconocimiento a Federico Alonso Pernia como brazo derecho de la obra musical
de Francisco Palacios Ortega, en ese preciso instante el grupo MARISMA formado
por Manuel Rincón y Rafael Vargas nos deleitaron con unas sevillanas grabadas
por ellos en 2003 tituladas “A Paco Palacios (El Pali)”.
A
continuación parada obligada en el Arco del Postigo y la antigua calentería de
La Juana, la próxima parada era la Capilla del Baratillo donde el Trovador
tenía dos de sus devociones (Piedad y Caridad), la Plaza más bonita que hay en
España que lleva por nombre la Maestranza fue testigo solemne de nuestras
coplas, por el Puente de Triana sonó Sevilla tuvo una niña.
Por
calle Betis un río de sevillanas y cuando el sol comenzó a hacer de las suyas
rayando el “Ángelus”, Alfonso González “Popi” cual si fuera Úrsula Andress en
la famosa escena de James Bond saliendo del agua, apareció con dos bolsas
repletas del rubio que aquí hipnotiza al sevillano.
En
la Plaza de Santa Ana ocurrió la anécdota más destacada del día, unos invitados a
una boda nos pidieron tras escucharnos cantar que si le podíamos hacer el favor
de cantarles a los novios que se estaban casando en ese preciso instante en la
Parroquia de Santa Ana, cuando salieran por la puerta, dicho y hecho! Los Novios
incrédulos recibieron una lluvia de arroz, pétalos y coplas por sevillanas que
por supuesto tuvieron que bailar entre lágrimas de emoción del cónyuge, así
sonó el estribillo… vaya una boda con arte / muchos barbos en adobo / mucho
vino y alegría / y allí aprendieron los moros / el baile por bulerías.
Por
la calle Castilla, calle por la que se despide Triana para el Rocío, las vecinas
del barrio se asomaban por balcones y ventanas al reclamo de nuestro son e
incluso una de ellas se pegó un baile con su bata floreada de “andar por casa”, las cosas de la gente
trianera. Rondando las 14:30, la Ruta llegó a su destino: Calle Francisco
Palacios “El Pali”, a allí el artista Utrerano Manuel Durán nos pellizcó el
corazón con la maravillosa versión que hizo de las sevillanas “La Virgen de
Consolación”, un palista anónimo cantó “Capataces en el cielo” y Manuel Rincón
dio por finalizada la Ruta cantando las sevillanas “Coplas de Triana”, pero
entonces una de tantas vecinas que asomadas a las ventanas de la curiosidad, se
nos acercó y nos pidió que por favor le cantáramos algo a su Cristo del Cachorro,
y como el Pali tenía para todo una sevillana (sevillanas a la carta),
complacimos su voluntad a lo que la Señora de emocionó de sobremanera.

La
Segunda Ruta Palista se clausuró a las 3 de la tarde, era el momento de dar al
cuerpo lo que merecía tras casi 5 horas de paseo por Sevilla.
El
Pali tiene que estar muy orgulloso de su legado y que su ciudad lo siga amando
después de 28 años de su fallecimiento. El pasado año fuimos 12 Palistas como
los doce discípulos, este año hemos superado en algunos momentos del recorrido
las 80 y 90 personas, y el próximo seremos… Comienza la Tercera Ruta Palista,
¡Viva el Pali y Viva Sevilla!